Jornada 11 de la Liga de Esports, donde se llevará a cabo uno de los enfrentamientos más emocionantes de la competición: el clásico vasco entre la Real Sociedad y el Athletic Club de Bilbao. Este enfrentamiento está cargado de orgullo, con ambos equipos luchando por conseguir tres puntos, especialmente por el honor de triunfar en este clásico.
La Real Sociedad llega a este partido con una racha reciente que, aunque modesta, le otorga confianza. En las últimas dos jornadas ha conseguido sumar puntos de forma consecutiva: primero cosechando un empate en el campo del Celta y luego alcanzando una victoria ante el Sevilla, resultados que han revitalizado al equipo tras un comienzo de Liga algo incierto.
Sin embargo, en su estadio la situación es algo inestable: ha triunfado contra el Mallorca, tenido un empate con el Espanyol, pero también ha sufrido derrotas ante el Madrid y el Rayo Vallecano. Estos altibajos revelan que, a pesar de contar con una buena ofensiva y un ambiente favorable en el estadio, aún presenta ciertas vulnerabilidades, especialmente ante equipos con una defensa sólida. Además, el hecho de no haber perdido contra el Athletic Club en Anoeta desde 2017 le confiere una ventaja psicológica que podría ser crucial en un encuentro con tanta historia.
El Athletic Club de Bilbao, a su vez, atraviesa un periodo de desempeño inconstante que es motivo de preocupación. Solamente han logrado una victoria en sus últimos siete partidos de Liga, lo que demuestra un rendimiento irregular tanto en el ataque como en la defensa. Como visitantes, sus estadísticas son aún más desalentadoras: de los cuatro partidos jugados fuera de casa, tras un buen inicio al vencer al Betis, han encadenado tres derrotas consecutivas contra Valencia, Villarreal y Elche, sin haber anotado ningún gol en esos encuentros. Esta falta de efectividad ofensiva y la fragilidad defensiva en sus desplazamientos los coloca en desventaja frente a una Real Sociedad que ha sabido sumar puntos y mantener cierta consistencia en Anoeta. Sin embargo, en los clásicos siempre puede haber sorpresas y cualquier error puede ser capital.