En la jornada 33 de la Premier League, el Chelsea derrotó al Everton por 6-0 en casa y se encontró con una situación insólita. Con una ventaja de cuatro goles, varios jugadores tuvieron una acalorada discusión sobre quién ejecutaría el penalti.
Cole Palmer, autor de los tres primeros goles, tenía el balón en sus manos, pero Nonio Madueke se lo arrebató. El capitán (Conor Gallagher) devolvió el balón al goleador de la jornada, que derribó al senegalés Nicholas Jackson (autor del resto), también al borde de la polémica en ese momento.
Incluso el ecuatoriano Moisés Caicedo tuvo que intervenir y separar a sus compañeros para evitar que la situación se agravara. Los gestos continuaron desde la media luna del área ante la mirada sorprendida de Mauricio Pochettino mientras esperaba que se aplicara el penalti.
De hecho, Palmer aumentó su cuenta de goles personales de 12 a 4 en este partido y empató al noruego Erling Haaland (Manchester City) como máximo goleador de la Premier League con 20 goles. La guinda del pastel la puso Alfie Gilchrist.
La victoria llevó al Chelsea al noveno lugar de la tabla con 47 puntos, un partido menos y tres puntos detrás del Manchester United, el último equipo en avanzar a La Liga. El Everton, por su parte, luchó por no entrar en zona roja tras ser sancionado por no cumplir con el Fair Play Financiero.
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