Real Madrid y Manchester City cumplieron su promesa y disputaron esta tarde un partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones verdaderamente emocionante en el Santiago Bernabéu. La serie comienza con el marcador 3-3 y el partido se decidirá el próximo miércoles en Manchester. Camavinga, Rubén Días, Rodrygo y Valverde marcaron para los locales, mientras que Bernardo Silva, Foden y Gvardiol marcaron para los de Guardiola. Julián Álvarez ingresó en los minutos finales.
El juego ofrece la emoción que prometió desde el principio. A los treinta segundos de iniciado el partido, Chuameni derribó gravemente a Grealish y recibió una tarjeta amarilla por acumulación de tarjetas y se retiró del partido de revancha. Un tiro libre ejecutado 60 segundos después abrió el marcador: el zurdo Bernardo Silva ejecutó el tiro desde la banda izquierda.
Esto parece estar preparándose para alinear un delantero centro. Sin embargo, el portugués aprovechó que Lunin dejaba solo a Vinicius contra la barrera y el brasileño ni siquiera se molestó en bloquear el disparo, con Bernardo pegando al primer palo e inutilizando la estirada de Lunin.
Parecía que la noche iba a ser complicada para el Madrid, pero antes de los 15 minutos el merengue dio vuelta la tortilla con su jerarquía y mística. Primero, en el minuto 11, Camavinga apareció por la derecha y avanzó sin opciones de pase, mientras se acercaba a la media luna su zurdazo no pareció peligroso hasta que el balón se fue desviado de Rubén, Rubén Días, que derribó al portero. Ortega y se metió al centro de la portería para el empate.
Menos de dos minutos después, Rodrigo empezó a correr detrás del medio campo para disparar, y por suerte también definió el contragolpe: su disparo débil rozó ligeramente la bota de Akanji, lo que bastó para que el balón se le escapara a Ortega.