En las últimas semanas, algunas voces atrevidas se han atrevido a comparar a Anthony Edwards con un joven Michael Jordan por su explosiva actuación en los playoffs de 2024.
En vísperas del segundo partido de los Timberwolves contra los Nuggets, el propio Ant pidió que se detuviera la conversación. Como para satisfacer a su superestrella, los Wolves demostraron el lunes que tienen más de un jugador de primer nivel.
Sin Rudy Gobert, Minnesota derrotó a los Denver Nuggets por 106-80 y la serie aún no ha llegado a Minneapolis, donde se disputará el tercer partido el próximo viernes. El equipo campeón lidera 2-0.
Las cosas estaban abrumadoras para los Timberwolves. La agresividad y el nivel de energía de la defensa rivaliza con el de equipos que hicieron historia en la NBA, como los Detroit Bad Boys (ambas versiones) o los Bulls de mediados de los 90.
Denver simplemente no estaba preparado para esta fuerza abrumadora y el juego se salió de control en la primera mitad como no lo había hecho en mucho tiempo. No sólo sus jugadores complementarios, sino sus referencias, con Nikola Jokic y Jamal Murray al frente.
La intensidad defensiva y la velocidad de Minnesota le costaron el juego a los Nuggets. Los apresura, les hace cometer errores, toman decisiones rápidas y saca del mediocampo su ejecución habitualmente metódica. Por cada paso que da Denver, los Timberwolves dan dos.
El primer tiempo casi termina (visita al equipo 61 al 35), y no hay cambios en el segundo tiempo.
La asfixiante defensa de Minnesota limitó a Jamal Murray a sólo ocho puntos con 3 de 18 tiros. Michael Porter Jr. tuvo un desempeño ligeramente mejor: 9 puntos con 4 de 12 tiros. ¿Nikola Jokic? Unos modestos 16 puntos y 5 de 13 puntos.
Por otro lado, Karl-Anthony Towns y Anthony Edwards también tuvieron un buen desempeño: 21 de 32 tiros y 27 puntos cada uno.