En un día que quedará en la memoria de todos los aficionados por la despedida de Jurgen Klopp, el Liverpool venció 2-0 al Wolves en casa del Manchester City en la jornada 38 de la Premier League. Alexis Mac Allister abrió el camino a la victoria con un magnífico cabezazo, antes de que Jarell Quansah encontrara el fondo de la red. Los visitantes jugaron 10 de los 27 minutos de la primera parte antes de que el VAR de Nelson Semedo revisara el resultado.
Los lobos fueron los testigos invisibles de un partido que no tuvo otra definición que la despedida de Klopp, que marcaría una época en el Liverpool. El alemán estuvo un total de 3.145 días al frente del club, y fruto de su trabajo el club ganó una Premier League, dos Copas de la Liga, una Copa de Inglaterra, una Community Shield y una entre 2015/16 y 2023/24. Más importante aún, la Liga de Campeones, la Supercopa de la UEFA y el Mundial de Clubes. Hay ocho trofeos en total que los aficionados de Anfield no querrán olvidar. Necesitaban demostrar su amor por Klopp, primero tomando el micrófono del equipo en la calle como si el Liverpool estuviera compitiendo por un lugar en la final de la Liga de Campeones. El día en que un gran entrenador se despidió, un pasillo humano de miles de personas rodeó con la mayor dignidad al último hombre elegido para defender la camiseta del Liverpool.
Luego, antes del pitido inicial, "You'll Never Walk Alone" sonó más atronador que nunca, con un extra añadido: un mosaico de su entrenador aparecía en el nombre de las gradas y un corazón al lado. Sentado en el banquillo, Klopp estaba visiblemente emocionado mientras empezaba a disfrutar de su último partido al mando del Liverpool.
Desde el punto de vista futbolístico no existe ningún peligro. El Liverpool terminará tercero pase lo que pase. Sólo Manchester City y Arsenal pueden vencerlos. Esta vez, no será costoso para Klopp, pero espera que sus jugadores puedan terminar bien su racha de éxitos de casi una década con un último empujón. Los Wolves se lo pusieron fácil, con Semedo expulsado poco después de la media hora por una horrible entrada a Mike Allister, jugada que fue revisada por el VAR. En ese momento el partido había terminado, porque si el Liverpool hubiera aprovechado completamente el partido, habría superado por completo a su oponente.
Con un hombre menos, el Liverpool eliminó al Wolves con goles de Mike Allister y Cusa a sólo quince minutos del final de la primera parte. En el primer juego, el pívot Elliott anotó de cabeza, reescribiendo el marcador a 1-0. La segunda vez, la mano derecha fue lo suficientemente precisa y apretada para terminar la pelea.
Luego, el Liverpool respondió con más calma en los segundos 45 minutos. Bajó las revoluciones, levantó el pie del acelerador y el público que llegó a Anfield celebró hasta el final la despedida del hombre que eclipsó todo lo ocurrido sobre el terreno de juego: sin duda, Jurgen Klopp es la estrella del Liverpool-Wolves. . . Nada más le importa a casi nadie.
