En la jornada 35 de la Serie A, el Génova empató 3-3 con el Milan gracias a un penalti ejecutado por Retegui en el estadio de San Siro. Los de Pioli se sobrepusieron a dos desventajas para lograr una remontada que acabó en un frustrante empate sin marcar ningún gol. Habían ganado sus cinco partidos anteriores, perdido tres de ellos y quedaron eliminados de la Europa League.
Todavía en segunda posición, la Liga de Campeones todavía no está asegurada y, aunque parece sólo una cuestión de tiempo, la respuesta del Milan con una derrota por 1-2 le permitió volver a la decepción que había sufrido en las últimas semanas con un 3-3. Fikayo Tomori despejó, Retegui estaba en el campo y Malik Thio marcó en propia meta. Accidente.
En el minuto 5 el conjunto local ya había perdido el partido. Tres minutos más tarde, Tomori ejecutó un penalti contra Alessandro Voljako. El disparo del ex de Boca lo hizo con una determinación y una potencia que le hubiera sido imposible al portero Marco Sportiello.
En todo momento, el Milán enfrentó dificultades e insistió en el empate. El intento de disparo lejano de Christian Pulisic fue frustrado por un buen disparo del español Josef Martínez, que voló por encima para mantener el marcador en 0-1. Posteriormente también despejó el disparo de Theo Hernández. Detuvo el cabezazo de Alessandro Florenzi antes del descanso y se mostró muy independiente y preciso, poniendo el 1-1 en el marcador.
Eso no fue suficiente para el Milán. Al inicio del segundo tiempo la situación volvió a complicarse. Génova tiene deficiencias en defensa, pero las acciones de Génova también tienen mérito. En los primeros tres minutos, un maravilloso cabezazo del ecuatoriano reescribió el marcador a 1-1, y el equipo de Pioli volvió a estar en desventaja. devolver.
Esto nuevamente le costó. Samuel Chukwueze entró en posición de fuera de juego y el gol finalmente fue anulado. El disparo de Theo Hernández dio en las manos del portero cuando tenía muchas mejores opciones de contraataque; el público en la grada se había impacientado. El disparo de Olivier Giroud ante el portero fue probablemente el peor disparo de su carrera en un momento en el que lo más fácil era marcar... y su disparo ni siquiera necesitaba ser detenido por el portero.
Luego Mateo Gabbia marcó de cabeza. En el minuto 72, el Milan empató 2-2, pero el Milan no se quedó ahí: apenas dos minutos después, ya era el 74, Giroud corrigió su error anterior, y tras un centro perfecto de Pulisic, marcó con precisión en el área. La volea completó el gol. En el minuto 88, un centro de Morten Sosby, un tiroteo y un gol en propia puerta fueron repentinamente igualados por el rival.
