El Tenerife se impuso al final ante un Atlético Ferrol dispuesto, pero el equipo finalmente capituló en Heliodoro después de que los locales encontraran la portería que habían perdido en los primeros 89 minutos.
Otro jugador del equipo, Teto Martín, anotó con un tiro del junior Ethyan González para poner el 1-0. Bodig, ya en el tiempo añadido, selló la victoria de las Islas con un cabezazo tras una falta sobre Nacho Martínez. El conjunto blanquiazul ha ganado dos partidos seguidos, mientras que el conjunto gallego sigue languideciendo, sufriendo una racha de tres derrotas consecutivas.
Loic Williams cabeceó el balón hacia la portería de Cantero entre jugadores del Tenerife y del Racing de Ferrol. LA LIGA
Es un juego loco. En un ida y vuelta sostenido, casi implacable, el Tenerife dominó pero la falta de goles le impidió cantar antes la victoria por su persistencia, ocasiones y mayor dominio.
Cristóbal Parralo cambió la cara del equipo tras el descanso pero fue Chuca quien ejecutó un disparo muy desviado en el minuto 68 tras una fuerte asistencia de Iker Lozada. Los 300 aficionados gallegos que se dirigieron al Estadio Heliodoro estaban desesperados.
La apuesta de Garitano dio sus frutos
Antes de lo que habría sido un partido 0-1, Garitano finalmente decidió alinear a dos delanteros desde el principio, creando muchas oportunidades para los locales en la primera mitad. Sólo los errores de la dupla formada por Ángel Rodríguez y Enrique Gallego impidieron que el Tenerife anotara a su favor.
Tampoco tuvo suerte Roberto López, que se estrelló en el larguero en el minuto 26, poco después de que Ángel completara el regalo de Gallego, y diez minutos más tarde Gallego no lograba poner el lazo.
La única novedad para los visitantes llegó en la primera jugada a balón parado, cuando Soriano desvió por poco una volea de Jon García tras el único córner gallego antes del descanso.
El Tenerife aguantó tras la reanudación y aunque su dominio era menos evidente, supo cambiar el rumbo en los últimos compases gracias a la inspiración del producto de Quarry y la calidad de Nacho Martínez. Al final, Boediger cometió una falta y cabeceó el balón a la red para finalizar el partido.
